Después de ocho meses visitando regularmente a mi doctora, hoy ha llegado el día de la *despedida* hasta después de las vacaciones de verano. Ella para mí ha sido algo más que una médico de cabecera. Ha sido una *cómplice*, una amiga, un amor platónico.

Dado que iré a un pueblo del interior en el que no realizaré grandes actividades, ella me ha autorizado a tomar una pastilla somnífera de manera puntual, si alguna noche el sueño no acude. Una noche de insomnio echando de menos a mi doctora y pensando que tal vez esté casada o tenga pareja, podría ser peor que una *pesadilla*.

Tengo que pensar qué voy a llevarme en la maleta. De llevarme libros, mejor tipo ensayo o de relatos cortos. Una novela exige no perder el hilo, y allí es difícil leer de manera continuada y sin interrupciones. Casi seguro llevaré un libro sobre los faraones de Egipto que me regaló una amiga. También tengo un libro de relatos de Emilia Pardo Bazán que aún no he terminado.

La música no ocupa espacio físico, ahora que muchos tenemos reproductor mp3. Tengo que decidir qué álbumes copiar dentro del mismo. Genesis es mi grupo favorito de siempre, y me gusta tanto la etapa de Peter Gabriel como la de Phil Collins. Dire Straits es otro grupo de mi adolescencia, y la voz y la guitarra de Mark Knopfler me relajan. Kate Bush y su mundo de fantasía, es otra buena opción.

Igual que yo echo de menos a algunas personas durante el verano, espero que alguien también me eche de menos a mí...

©Chema

Relato perteneciente a la propuesta: "Haciendo las maletas"
https://varietes-ginebra.blogspot.com/2019/05/hacemos-las-maletas.html