ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

Participantes y textos de la convocatoria de octubre: "Mosaico"

Campirela/ Nuria de Espinosa/ Auroratris/ Gustab/
Susana/ María/ Marifelita/ Dulce/ Chema/ Lady_P/
Tracy/ Dafne SinedieGinebra Blonde.  

martes, 20 de noviembre de 2018

Hólar


El "rey de los anillos" se encuentra en su mayor acercamiento a la tierra, debido a eso, nos encontramos frente al Cinturón de Asteroides the Belt. Hace una hora interceptamos la llamada de socorro intergaláctico. Sin estar seguro de su determinación, el Comandante Ashtar envía un equipo de rescate desde la Estación Espacial BQuázar.

De regreso a la instalación médica, el teniente Ritz-Roy me deja en la sala un alienígena llamado Hólar. Según el reporte, después de su abducción, por parte de los feroces Megadentes, éste, pudo sobrevivir flotando mal herido en la superficie del tercer anillo.

Él me observa restringido desde su silla, su cabeza se ladea de izquierda a derecha, como si estuviese evaluando lo que estoy haciendo. Su simple presencia enorme y letal de grado militar es aterrador. Me mira fijamente, con sus grandes pupilas verticales de amarillo refulgente. Desconcertada desvío la mirada, respiro profundo, y prosigo a limpiar sus heridas con yodo quimérico. Un extraño olor a glicinas emana su cuerpo escamoso, de piel verde oscura, y suave al tacto.

Inesperadamente, nuestra nave se zarandea. El resplandor que se ve a través de las ventanas es cegador, proviene de una nave nodriza plateada que dispara por doquier. Las puertas traseras se abren, y una horda de invasores encéladotrianos pelean con mis compañeros en una lucha encarnizada. Entre la desesperación y el pánico, logro ingerir una cápsula que contiene la Ecuación de Skálhol, la única que existe para la búsqueda de civilizaciones extraterrestres.

- Intrusos terrestres, ¿cómo se atreven a rescatarte? - gruñe, la mirada de la alienígena, se dirige a mí.
- ¿Qué pasa con la humana? - pregunta, la furia brilla en sus ojos ámbar.
- Madre. Ella es solamente la oficial médico. - responde, Hólar parece nervioso, mientras habla.

Al instante, se escucha un estruendo de fondo, una explosión. Trozos de metal, madera y vidrio vuelan por los aires. Un pedazo de madera golpea el costado de mi cabeza, apenas puedo abrir los ojos, el dolor es insoportable. Alguien remueve el metálico casco de mi cabeza y me levanta. No puedo distinguir a la figura que me carga, pero si sentir el aura vertiginosa de ese ser, que se alza al infinito.

No sé cuánto tiempo ha pasado. Solo sé que me he incorporado con dificultad, un poco desorientada. Pero puedo ver mi reflejo en una línea de espejos perpendiculares; mi fisonomía humana, mi piel aterciopelada y blanquecina ha desaparecido. Me han transmutado a un reptil robusto, grotesco de azul-pardo, con tentáculos retráctiles en las manos y pies. ¡Qué asco! me veo tan horrorosa.

Hólar está a mi lado. Según él, cuando me recupere, seré la copiloto de su nave OrmeThion. Eso será... hasta que un día logre escapar y, vaya en busca de mi amado planeta Tierra.


Relato perteneciente a la propuesta: "La llamada"



4 comentarios:

  1. Un relato lleno de una gran fantasía y originalidad ..
    Un abrazo amiga.

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  2. Yessy, eres sin dudas una maestra en este género de relatos... estupendo aporte!

    Besos.

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  3. Magistral relato. Me gusta como lo plantaste.
    Besos.

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  4. Gracias por la lectura y sus comentarios, amigos.
    Besotes!

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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