(Aire/Deseo/Inefable)
Nuevamente se había volcado a sus papeles, a sus anotaciones. Había
desparramado lápices, fibras, tinta china, plumas, por sobre la mesa destinada
la creatividad, o sea un desorden clasificado.
Estiró sus brazos, no como una señal de triunfo, sino para descontracturar
su espalda. Había estado varias horas sentado en una posición inadecuada.
Y no había logrado un resultado satisfactorio, los bocetos fallidas
versiones para representarla. Las palabras estaban lejos de expresar las
emociones que ella le había provocado, de describir su belleza. Tal vez ella
era inefable.
Las brisas ocasionales lo refrescaban. Quería creer que eran una
caricia de ella, una sílfide, una elemental de aire.
Había comenzado hacía algún tiempo, cuando estaba con una compañía
indeseable, un ser que lo intimidaba. A pesar de que no era otro que él mismo,
en una versión paródica. O tal vez lo intimidaba por eso, por verlo más alto,
con actitud hacia la violencia.
También tendía a distraerse, lo que podría ser un recurso para demorar
toda confrontación. Y la distracción llegó como una brisa perfumada, que sólo
podía venir de una mujer. Entonces él y su otro yo la vislumbraron, vieron su
silueta esbelta, casi etérea desplazarse.
Y luego percibieron el alejamiento de su presencia. Algo que no podían
tolerar. Y fue cuando hicieron algo, que él no nunca pudo precisar. La
atraparon a ella, haciendo que se materializara. Vieron su renegrido pelo
corto, su rostro perfecto. Sin perturbarse por ser atrapada.
Unas palabras mal escritas, tachadas, intentan describir lo que pasó
con ella. A él le pareció incorrecto, seguir con ella. Y liberó al ser
femenino, a quien clasificó como una sílfide.
Y entonces sucedió el despertar, queriendo soñarla. Aunque dudaba de
que ella volviera a aparecer.
Pero sucedió. Él su otro yo ascendieron en búsqueda de algo. Y la
encontró dentro de una torre, mirándola hacia una ventana, dándole la esbelta
espalda de sílfide. Pensaba acercarse a ella, como hacerlo, cuando el otro la
atrapó con una red mágica.
Otro despertar.
También una sucesión de sueños con ella. En su tercer aparición, deseó
atraparla para poseerla. Sin decidirse a hacerlo, percibió como ella se alejó.
Para acercarse desde atrás, para abrazarlo.
La cercanía de ella, su perfume, le despertaba el deseo. Ella se
desplazó, hasta delante de él. Ella suspiró, lanzando algo de su esencia. El
atrapó en sus abrazos, a la sílfide, quien dejó ser atrapada.
Él soñador percibió su ropa casi sutil, percibió que ya no estaba, que
ella le estaba regalando su desnudez, mientras se hacía visible, casi material.
Lo que sucedió fue indescriptible. La percibió con todos sus sentidos,
incluso con sentidos que no sabía que tenía. Ella era parcialmente tangible,
pudo tocar su piel, era como tocar una brisa de aire que hubiera tomada la
forma de una mujer. Ella no tenía perfume, ella era ese perfume que despertaba
su deseo a un nivel superlativo.
A la vez que la percibió con el tacto, ella seguía siendo etérea. Casi
intangible, fue como si se fusionara con un hermoso fantasma. Y esa fusión fue
una sensación de placer que no había experimentado con una mujer humana.
Y el despertar, ese frustrante despertar. Aunque con una sensación tan
intensa. Y el deseo de volver con ella. Percibiendo el eco de su voz, un
vestigio de su perfume, de su esencia.
Más de una vez trató de traerla a la vigilia, las veces que lo logró
descubrió que había despertado a otro sueño.
Una vez, entre el sueño y la vigilia, escuchó su voz.
Y esa vez fue la última. Exploró por espacios oníricos, buscando en
vano, sólo encontrando su ausencia. Sólo quedaba recordarla.
Y eso era insatisfactorio, aún si pudiera lograrlo.
Fue cuando se propuso volverla a buscar. O traerla hasta este mundo,
que se sentía tan vacío sin ella.
©El Demiurgo De Hurlingham
Relato perteneciente a la propuesta "Elementos"
https://varietes-ginebra.blogspot.com/2018/06/elementos.html
Relato perteneciente a la propuesta "Elementos"
https://varietes-ginebra.blogspot.com/2018/06/elementos.html
Me gusta este blog, me gusta como la artistica. Y me gusta como editaste mi relato en este blog, el título que le pusiste. Y la imagen que elegiste tan acertadamente, parece una sílfide seductora, tan parecida a como la soñé.
ResponderEliminarBesos.
Me alegro muchísimo que te haya gustado todo. Para mí es un placer reunir aquí vuestras plumas; es un verdadero deleite!!
Eliminar...Y es que cuando vi la imagen… la supe digna de tu magnífico relato 😉
Una vez más y siempre, GRACIAS, mi querido amigo. Leerte es pura ensoñación; saltar cualquier barrera tiempo/espacio, y disfrutar del viaje y de sus personajes.
Bsoss y abrazos enormes, y muy feliz semana 😘😘
Hola, Dmi y Ginebra!
ResponderEliminarWow, que texto tan poéticamente erótico, distorsionado, tan fragmentado y tan fantástico. Dos entidades con características opuestas entre sí, son perdidamente atraídas por esa fórmula sílfide. Que además, en un despiste de Morfeo, logran raptarla, materializarla y disfrutarla. No me esperaba ese final, deberá ir en su busca nuevamente por esos laberintos donde se crean sueños dentro de los mismos sueños. Te felicito Demiurgo, hicistes un excelente trabajo para el reto de Ginebra.
Un abrazo!
Opino como tú, querida Yessy. Siempre es un placer sumergirse en esos mundos fantásticos de Demi, en los que se fusionan tan cautivadores géneros.
EliminarGracias por tu sentir, preciosa.
Bsoss enormes, y feliz finde 😘