Confesó que le gustaban los días de lluvia. Durante la
tormenta, apoyaba el rostro sobre el frío cristal, admiraba los fenómenos que
se producían en el cielo a la vez que contemplaba cómo el propio vaho se
dispersaba a sus anchas. Entonces dibujaba un corazón con su nombre y el de
Esteban, el niño que ocupaba el pupitre al lado del suyo. Se sonreía apreciando
su obra, un trueno la hacía abandonar su ensoñación para descubrir que un niño
desconocido la observaba desde la ventana de en frente. Siempre pensó que nadie
la reconocería fuera de ese encuadre. Qué equivocada estaba. Mientras la
tormenta crecía, ella elaboraba una colección de barquitos con papel de
diferentes colores.
Una vez pasada la lluvia se calzaba sus katiuskas, amarillo
felicidad, portaba su gran flota y se lanzaba a la calle donde los charcos
parecían formar auténticos océanos. En algunos tramos el agua corría y tomaba
velocidades vertiginosas. Ella reía y saltaba de puro contento. A cada barquito
le fue dando un nombre y un destino. No era consciente de que seguía siendo el
centro de atención. Unos risueños ojos, parapetados tras un cristal, le
acompañaban en su regocijo.
Se rodeó de amarillos y blancos, mientras sujetaba uno grande
de color azul. Buscaba dónde posarlo para que este llegara al infinito de un
cielo. Fue cuando le descubrió, todavía seguía pegado a aquél ventanal, era
como mirar un cuadro desde abajo. Entonces besó la proa del navío y lo dejó marchar
sin perder de vista a su observador.
Acto seguido le brindó una reverencia y el desconocido imitó
su gesto aplaudiendo con gratitud.
Hoy la lluvia le ha traído ese episodio de su infancia en un
amago por revivir la misma sensación. Se gira hacia mí y en un tono casi
inaudible espeta que el tiempo lo cambia todo.
ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...
Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;
... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...
Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.
Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...
©Ginebra Blonde
Participantes y textos de la convocatoria de octubre: "Mosaico"
Campirela/ Nuria de Espinosa/ Auroratris/ Gustab/
Susana/ María/ Marifelita/ Dulce/ Chema/ Lady_P/
Tracy/ Dafne Sinedie/ Ginebra Blonde.
domingo, 17 de julio de 2022
Barcos En El Tiempo
UN RETO: UNA IMAGEN
(Autora: ©Auroratris)
(Relato perteneciente a la propuesta trimestral de
“Variétés”)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Fantasía al poder, que bonito, es haber visto contigo un cuadro, pero no solo es, sino sentirlo de alguna manera ir navegando en un barquito calle abajo, siguiendo el curso del agua.
ResponderEliminarUn besote de polizón,. Muakkk
Eres mi polizón preferida, mi niña, que lo sepas. Muchas gracias, por dejarme siempre tu sonrisa y afecto en cada una de tus palabras.
EliminarMil besitos llenos de cariño de domingo y feliz semana ♥
Aunque parezca que ya no me queden más agradecimientos, siempre tengo una caja llena por empezar y seguir agradeciendo todo y tanto, mi querida Gine. Feliz y sonriente al sentir que tu magia sigue entre nosotros.
ResponderEliminarGracias, querida amiga.
Mil besitos llenos de cariño que te lleguen y abracen. FEliz semana ♥
Muy bonito, con esa botas katiuskas, me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Albada. Un honor.
EliminarMil besitos para ti y feliz semana ♥
Una belleza de texto onírico. Muy emotivo.
ResponderEliminarUn abrazo a ambas
Precioso! Me encantó!
ResponderEliminarLer-te é sempre um verdadeiro fascínio!
Un abrazo a ambas!