ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

viernes, 31 de mayo de 2024

Reflexiones poco importantes sobre el tiempo

 

(Autora: ©Maite Lorenzo)
 
(Tom Bagshaw)

 
“El tiempo es como el viento, no se puede ver ni tocar, pero se puede sentir.”
Las horas, Michael Cunningham
 
Verdaderamente, ¿qué es el tiempo?, me pregunto, ¿qué son unas cuántas horas durante un día en la vida de una persona?
 
Alguien muy cercano a mí, me comentó hace unos días que el tiempo es para un físico lo mismo que el amor, la muerte, o la vida es para un poeta.
 
La profundidad del tiempo escarba en los sentimientos que se piensan en un momento, quedando distantes en el fugaz y raudo pasado y escalan a lo más alto de un instante hacia el futuro o a lo que, quizás, conocemos como eternidad.
 
Pienso que la dimensión del tiempo tiene forma de pirámide, y aunque intente descubrir o entender algo más sobre la fugacidad de la vida, no llegaré a ninguna conclusión. Porque es asombroso el sentido subjetivo del transcurso del tiempo, y todo sucede entre tantos tiempos como seres humanos habitan el mundo y todo ello “Hasta el final de los tiempos”.
 
Como un pensamiento métricamente repetido, siempre es “tiempo de esperanza”, “tiempo de sanar”, “tiempo de amar”, “tiempo de silencio”, me cuestiono si algún día gozaremos de “un tiempo de paz y de memoria”.
 
Mientras tanto, mi imaginación vuela y sueña con un viaje en “la máquina del tiempo”, pasado, presente y futuro… pero ¿para qué perderme en otras épocas? Aprovechar y valorar cada experiencia vivida, cada oportunidad única, que no tenga nunca que ir “en busca del tiempo perdido”. Haber vivido es lo que importa, y haber amado, como “el amor en los tiempos del cólera”.
 
Disfrutar de “el tiempo de las cerezas”, tratando de olvidar los “malos tiempos”, y recordar siempre que “el tiempo que nos une” permanecerá bordado en lo más profundo de los corazones. De momento, yo sigo con mi “tiempo entre costuras”.
 
 
• Entrecomillados, los títulos de algunas obras literarias.
 
(Texto perteneciente a la propuesta de Variétés: “Tómate tu tiempo”)

1 comentario:

  1. Impresiónate la lectura que nos dejas del tiempo, me gusto muchísimo. hay tiempo para todo, eso dicen. Un beso.

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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