ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

sábado, 30 de septiembre de 2023

Un grupo dispar de personas

 

(Autor: ©Arturo Martínez Molina)

(Waldemar Strempler)


Tan solo era un simple niño que viajaba en el vagón con mis padres, junto a otras muchas personas que siempre estuvieron enfrentadas entre sí ya fuera por ideas políticas o sociales. Mis padres eran de derechas, por lo que en ese aspecto, no congeniaban con la mayoría que se declaraba de izquierdas.
 
    Mientras el tren avanzaba hacia su destino, algunos habían resucitado esas discusiones sin sentido ahora, aduciendo que no se hallarían en esa situación de no haber sido tan irresponsables de no haber apoyado opciones de izquierda para evitar lo que ahora les tocaba sufrir, defienden con fervor ante otros que les rebatió que de nada hubiese servido lo que proponen. Se acaloran en la defensa de sus argumentos, al reprochar a los conservadores la hiperinflación en que sumieron los suyos al país y los arruinó.
 
    Finalmente otro hombre que había permanecido en silencio, se dirigió a todos para detener la inútil confrontación verbal que mantienen.
 
     • ¿No os dais cuenta de que estamos en el mismo barco todos, seamos de derechas o izquierdas?, ¿por qué exactamente estáis discutiendo ahora mismo? —comentó para acallarlos al molestar al resto de los ocupantes del vagón.
 
     Al fin callaron de una vez, conscientes de que llevaba toda la razón.
 
 
A mis doce años observaba la escena sin entenderla del todo, mis padres me habían dicho que nos llevaban a un lugar en el que estaríamos bien... ¡Aunque algo me decía que era una mentira piadosa!, pensaba sin llegar a decirlo en voz alta.
 
 
Todos eran judíos hacinados en un vagón de carga, camino de un campo de concentración... Pero los padres intentaban mantener la poca esperanza que les quedaba a los niños, de que todo iba a ir bien y no estaban en una situación dramática.
 

(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Collage”)


3 comentarios:

  1. Una realidad que por desgracia no está muy lejana y que debemos tratar por todos los medios que no se vuelva a repetir.

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  2. Un drama que paso esperemos nunca más volver a vivirlo.
    Y en algo te diré que estoy de acuerdo discutir por política es peder el tiempo.
    Un saludo.

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  3. Nadie puede entender cómo se pudo llevar a cabo ese exterminio. Buena mirada del tema desde los ojos de un chaval de doce años.

    Un abrazo a ambos

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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