(Autora: ©Tracy)
Odio esta locura MÍA que me arrastra
a quererte eternamente.
Locura mía, no tuya, que culpa tienes
tú de que a media noche me despierte pensando si duermes o velas, si lees o
escribes, si sueñas conmigo o con la vecina cuando a lo mejor estás roncando
como un bendito ajeno a mis desvelos.
Locura mía y no tuya, cuando al
mirarme por la mañana al espejo pienso, que no estoy todo lo atractiva que
quisiera, por si contigo me encuentro. Y me pinto, y me retoco, y me miro una y
otra vez... hasta oírte al otro lado del espejo:
-Déjalo, "muhé", que estás
muy bien, además hoy no nos vamos a ver.
Locura mía y no tuya, cuando a pesar
de esas palabras, me voy para la cocina y te preparo el café y una velita
encendida aumenta la intimidad de mí conmigo y mi té.
Locura mía y no tuya, al despedirme
de ti, al desearte un buen día y besar tu foto en la puerta del jardín.
Locura mía y no tuya, al parar tres o
cuatro veces, a respirar y recitar ese mantra:
-Vida mía, que te quiero, que estoy
loquita por ti.
Locura mía y no tuya, cuando nos
ponemos a comer. Ya sé que hoy no nos veríamos, "me lo dejaste caer",
pero la comida preparé.
Locura mía y no tuya al repetir por
la tarde los mantras que me inventé para desoír noticias de guerras, de crisis,
de camioneros, de los precios de la luz y de qué se va a comer.
Locura mía y no tuya a la hora de
dormir y soñar que me soñabas y que te tenía aquí, a mi lado, junto a mí y
decirte muy bajito:
-Odio, porque era el tema propuesto
por Gin, el quererte así, pero en realidad no lo odio y te querré eternamente
hasta que llegue mi fin.
La locura de pensar en el otro y sentirse culpable, pero amarlo y desearlo.
ResponderEliminarHay cosas que no se pueden cambiar por mucho que se intenten.
Un abrazo
Ay Tracy!
ResponderEliminarMe ha encantado!
Una locura maravillosa.
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