ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Escondido Entre Flores

 


(Autora: Volarela)


  Sí, te preguntas por qué tengo este empeño en plantar más y más flores. No hay semana que no se sume una docena de especies nuevas a mi colección de colores vivos  y fragantes.
 
  Bien, te lo explicaré.
 
  De pequeño, cuando tan solo tenía tres años, escuché que una joven fantasma de cabellos trenzados de color naranja, rostro pálido como el mármol y ojos inocentes que parecían atravesar las cosas sin mirarlas, dejando ver la pureza del cielo nada más, se paseaba por cada rincón donde hubiera un grupo de flores. Portaba entre sus dedos finos como raíces una regadera azul, y parecía darles con esa agua una segunda vida celestial a las plantas que a sus pies la esperaban. Al menos, la imaginación de la gente decía eso, pues por donde pasaba las flores se encendían aún más, y al irse se marchitaban un poco.
 
  La aparición era cálida, inocente y dulce, y a las gentes no les asustaba, pero sí intrigaba. No se hablaba de otra cosa los meses en que duró su nostálgico devenir entre los cálices, buscando algo dentro de ellos, regando luego con su regadera azul, y esperando alguna clase de milagro dentro de las flores.
 
  Todos en el pueblo habían sentido pasar su lírica fragancia de violetas por sus jardines. Yo también la vi; varias veces. Me escondía entre las flores con la esperanza de que se me apareciera a mí. Y puedo decir que jamás olvidaré su mirada. Si dijera que el amor más extenso se mecía en aquellas dos pupilas oceánicas al mirarme, y que yo me sumergía como un juvenil delfín en aquel mar, parecería sólo cosas de poeta, pero juro que es literal. Me sentía libre y ligero cuando la veía, dichoso, vivo... Ella me dirigía hacia un mundo brillante, pacífico, donde vivir era un juego liviano y musical, que llevaba a otro juego más en una cadena de risas enlazadas; mi tiempo, mis palabras, mi ilusión se hacían fugaces y veloces a su lado, como un verdadero salto de delfín, y a la vez nos deteníamos a contemplar el milagro de la vida de cada flor, insecto o humano penetrando en su interior con la calma del paso de las nubes.
 
  Sí, fui feliz como nunca, a pesar de que siempre sus pasos se alejaban en una despedida silenciosa, que yo intuía sería definitiva en algún momento. Y lo fue. Y dejé de verla. Y la esperé junto a todas las flores que encontraba en mi camino, pero no volvió.
 
  Lo que me intrigaba de chico es por qué callaban bruscamente cuando se hablaba de ella y yo aparecía... Me dejaban  una incógnita doliente y muda con sus tristes caricias en mi pelo... Años después, supe que era mi propia madre, la cual murió al poco de darme a luz, consciente y serenamente.
 
  Soy botánico: colecciono, estudio, clasifico. Toda mi vida gira alrededor de aquella dama que sólo conocí en modo inmaterial y fugaz como el mismo tiempo, del que nadie puede negar su existencia. Así pues, ahora sabes un detalle más de mis flores. Entre ellas todavía sigue escondido un niño tembloroso, esperándola.

©Volarela

 Relato perteneciente a la propuesta: "Imagina-ción"

10 comentarios:

  1. Lo habái leído donde la autora, y me encantó esa figura tan de naturaleza y aromas a primavera. Un relato precioso.

    Un abrazo

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  2. Tan místico y lleno de mensajes o señales. Deja un halo de ternura al leer. Te felicito.

    Mil besitos y feliz día.

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  3. Me parece estar leyendo algo con una sensibilidad especial , y la trama es mágica en todos los sentidos . Gracias por este texto . Un abrazo .

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  4. La verdad es que no voy casi nunca por tu blog pero aquí es una oportunidad para encontrarte y disfrutar de tus letras, de tus sentires...
    ¿Sabes? Huele a vida.
    Un beso enorme.

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  5. Ohhh me ha parecido precioso, místico,como dice Auro!
    Muy bello.
    Un beso!

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  6. Ya te dije en mi otro comentario que era una preciosidad tu texto, no sé donde ha ido a parar. Cosas de Blogger.

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  7. ¡Qué maravilla! Sublime.

    Un beso

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  8. Qué emotivo me ha resultado tu relato, me ha gustado mucho.
    Un abrazo.

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  9. Que lindura, sinceramente
    te quedo bello Volarela.

    Besitos dulces
    Siby

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  10. Me pareció precioso tu
    relato,tiene algo espiritual,
    ademas de magia.

    Besitos dulces
    Siby

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin