(Autora: Fini López Santos)
Nadie le explicó que la vida a veces
juega con nosotros
hasta llegar al punto de locura donde
todo se vuelve
oscuro, negro, donde AMAR es un lujo
para otros.
Años duros, demasiados.
Vendida por unas monedas a la edad de
doce años, tuvo que aprender a golpes
a ser sumisa y
olvidar sus sueños. La MIRADA de
aquellas gentes
y la de su amo, no admitían rebeldía.
Caminaba descalza, sus pies sangraron
hasta encallecerse
y como lujo un LAZO con el que
anudaba su melena, melena
que el acariciaba AMOROSAMENTE
mientras la violaba y la preñaba una vez más, para ella era algo normal.
Pero nunca hay derrota cuando los
sueños están arraigados
en el fondo del alma y su sueño era
salir de allí con sus tres hijos,
salir sin mirar atrás, porque a pesar
del dolor, aprendió
AMARLE y respetarle. Por alguna
extraña razón, ella supo ver
en el fondo de sus ojos un atisbo de
esperanza.
El llevaba unos días algo extraño, no
la buscaba, no le exigía,
incluso cuando el pensaba que ella no
lo miraba, acariciaba el cabello a los niños con dulzura.
Llevaba tiempo planeando su huida,
escondiendo lo básico
en lugares por donde debía marchar,
para no levantar sospecha
alguna, una vieja camioneta sería lo
que llevaría la misma noche
para sus niños y la LLAVE la tenía
siempre en el bolsillo de su pantalón, eso la ponía nerviosa.
Aquella noche él salió de la choza y
le dijo que volvería
tarde, la miró a los ojos y
extrañamente a ella le pareció
ver una lágrima, diría que la AMABA.
Se apresuró con cautela y de pronto vio
la
llave encima del pantalón, subió a
sus hijos en la camioneta,
puso el contacto y le pidió a su dios
que no los abandonase, paro en la cuneta y recogió pertenencias ocultas para el
momento y
tomo rumbo a un mundo libre donde
poder desplegar sus alas.
Una figura en mitad del camino le
congeló la sangre, podía haberle atropellado, pero paró la camioneta y él con
los brazos caídos
y la voz rota, le dijo: llévame
contigo.
Juntos emprendieron viaje al nuevo
mundo.
Relato perteneciente a la propuesta:
Bonito relato. Saludos a la distancia amiga.
ResponderEliminarGracias Sandra.
EliminarSaludos.
Una historia enormemente sensible. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo y por un lunes precioso para ti, Ginebra
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Una historia que se da muchas veces en la vida real ...los caminos del amor a veces son complicados y cuestan llevarlos a cabo, pero este es un ejemplo que hay segundas oportunidades que salen bien.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Abrazos.
Mil historias al rededor del amor.
EliminarMuchas gracias.
Abrazos.
Uf un relato duro quizás por lo real que suena. Aunque al final parece que hay un atisbo de esperanza para ellos, creo que hay ciertas personas y conductas que no cambian. Ojalá ella se fuese sola con sus hijos y pudiese conocer lo que es el Amor de verdad.
ResponderEliminarMuy bueno, me gustó mucho.
Saludos.
Quizá sería mejor sola, como bien dices, pero el amor a veces tiene ese retorno al punto de partida.
EliminarMuchas gracias.
Saludos.
Relato que hiela la sangre a pesar de estar contado con una exquisita sensibilidad.
ResponderEliminarMe gustó que al final del tunel se atibara la esperanza.
Una segunda oportunidad, quizá esta es la buena fuera del entorno que lo embrutece.
EliminarSaludos.
La vida es así. Un saco lleno de tantas cosas que unas pican y otras elevan... pero siempre queda algo de luz para caminar los últimos pasos del camino.
ResponderEliminarUn beso enorme.
De nosotros depende quedarnos con el néctar, después de haber probado
Eliminarla hiel. El cambio de aires será decisivo.
Un beso
Desgarrador relato. Impresionante cómo la vida de algunos se reduce solo al dolor, pero alabo ese atisbo de luz y esa lucha por cambiar las circunstancias. Te felicito.
ResponderEliminarMil besitos.
Muchas gracias. A veces el conformismo nos repliega las alas y olvidamos volar. No es el caso.
EliminarBesos
Buen final, inesperado... ¡Magnífico relato! Seguramente el amor nos salva siempre !!
ResponderEliminarBesos
Perdona, no vi tu comentario. Mil gracias amiga.
EliminarBesos