Ritual de
fuego, aire y agua preparaba
cada noche
para él.
Sin prisa se
despojaba de sus ropas
lentamente,
rozando levemente con los dedos
sus pezones
al quitarse el vestido.
La brisa
entraba por la ventana abierta
erizando su
cuerpo.
Separaba sus
piernas para que el aire
acariciara
el centro de su ser, hoguera encendida
con el fuego
de la pasión que comenzaba
a abrasar
cada rincón de la piel.
El roce de
sus braguitas al deslizarlas por sus piernas
le hacían
retorcerse las entrañas.
La hoguera
suplicaba ser apagada, obediente
a sus
instintos sus manos convertían en agua su fuego.
Hasta
regalarle a él, el mar de su esencia, porque
no le veía
pero ella se sabía vista.
Poema perteneciente a la propuesta
Sensualidad a flor de piel, excitante saberse observada en ese juego de fuego líquido prendiendo las manos.
ResponderEliminarBella y exquisita tu participación, mi querida Livy.
Mil besitos sonoros y mi felicitación ♥
Sin duda la ventana era un objeto en ese momento de pura sensualidad sabiendo que alguien estaba observando sus movimientos eróticos ..
ResponderEliminarUn excitante relato.
Un abrazo y felicidades.
!Que hermosa manera de escribir!
ResponderEliminarRomance, erotismo y sensualidad.
Saludo