ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

lunes, 25 de febrero de 2019

Mar De Amor




Han pasado días desde el naufragio, ya no recuerdo fechas ni horas, el sol es inclemente y la falta de comida va mermando mis fuerzas. El mar tempestuoso sacude el bote casi todo el tiempo, pero aún peores son las noches totalmente a la deriva en la oscuridad. Y esas risas, esas risas lejanas que al pasar los días se hacen más intensas.

Creo que ya no distingo entre los sueños y la realidad, pero no pierdo la esperanza de ser rescatado.

Por un instante miro tratando de buscar el horizonte entre la negra noche. Qué es eso tan brillante?, no puedo creerlo, no pueden ser dos faros!, y parecen acercarse más cada vez.

Parpadeo y refriego mis ojos tratando de aclarar mi vista y casi caigo cuando la veo aparecer repentinamente ante mí. Es hermosa,  sus ojos son grandes tan llenos de viveza, su boca nada dice pero es la misma provocación, de pronto, ante mi asombro surge otra mujer a su lado, tan bella como la primera, de piel atezada y cabello negro azabache. Las miro extasiado, ambas impolutas en su lozana desnudez, se acercan subyugándome por entero. De improviso, una tercera de larga cabellera rubia me abraza por la espalda.

Sin darme cuenta, me encuentro rodeado de ninfas de una belleza sin igual que se apropian de mi cuerpo, de mis ansias, que me consumen hasta el último de mis alientos. Sus manos parecen fieras que desgarran hasta las entrañas, sus bocas engullen con avidez, con tanta lujuria sobre mi carne.

Mi vista se clava en el cielo, veo las estrellas, y muchas gaviotas sobre mí, vuelvo a oír nuevamente esas risas, esas risas ahora tan cercanas. Y me dejo llevar hasta lo profundo entre sus brazos, respirando de sus besos, flotando entre sus caricias, sumergiéndome en ese mar de amor para no volver.



Relato perteneciente a la propuesta "Coloreando Sentires"



12 comentarios:

  1. Bello relato, asi cualquiera no vuelve jajaja ...
    aqui dirian
    lo de la cancion una morena y una rubia !!

    Besos preciosa y a Dulce dulcisimos como

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Habia mas que solo una morena y una rubia, muchas ninfas.

      Besos dulcísimos MI Preciosa.

      Eliminar
  2. Una escena tan enigmática como sobrecogedora... le salva la seducción de esa visión femenina, o visiones.

    Te felicito, mi querido Maestro de las palabras.

    Mil besitos que te lleguen y feliz día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En esas visiones se perdió entre las aguas. Gracias Mi Querida Auro.

      Besos muy dulces.

      Eliminar
  3. Seducción y sensualidad , es lo que nos transmites en tu relato .
    Un abrazo .

    ResponderEliminar
  4. Ese halo tan tuyo que pone lo demás a tus pies :-)
    Sensual, inspirador y, como digo, ese toque tuyo que pone todo en alto.
    Un beso :-9

    ResponderEliminar
  5. Un texto super romantico! Luce un muchacho indefenso y dominado, por la absoluta dominación de la lozanía rebosante de las hermosas ninfas. Genial!
    Saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No creas que muy romántico, al menos no en el sentido amoroso, las aguas profundas esconden mas. gracias Yessykan.

      Un beso dulce.

      Eliminar
  6. ¿Quien no se dejaría llevarse por las ninfas? Eso se llama se afortunado. Si así es estar indefenso, bienvenido sea el estarlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dejarse llevar es posible, el destino ya es otra cosa.

      Eliminar

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin