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martes, 30 de abril de 2024

Las tres máscaras

 

(Autora: ©Nuria de Espinosa)

(Artist - Giulia Valente)

Leyó su carta por última vez. Pronto dejaría que su vida tomase la forma exigida por su progenitor: imposición, aceptación, sumisión. Recordó todas y cada una de las palabras de amor que Sebastián le susurraba al oído. Sin embargo, no dudó en aceptar el dinero que su padre le ofreció y huyó de la ciudad enviándole aquella carta que tantas veces había leído en los últimos días.

Y a pesar de todo, ella se mantendría firme. Aceptaría el compromiso impuesto, sería su esposa, pero su corazón no le pertenecería y su alma odiaría eternamente al hombre que amaba. Su mente alzó los versos que su alma desgranaba.

«Tantas son las horas que llevo pensando en ti,
que me siento la última
de las amadas.
 
¡Qué arte tiene el perder!
 
No hay orgullo ni emoción,
solo versos de amor.
 
El peso de la vida, de la existencia,
es la consciencia que grita trémula.
 
La memoria se dormirá con tu fragancia
y el amor se morirá para siempre».

Cogió a Venus en brazos. Puso en su rostro el estigma de la aceptación y se dirigió al salón donde su futuro esposo esperaba.

*

(Artist - Giulia Valente)


EL DIBUJO QUE ENVIÓ UN MENSAJE
 
Caminábamos de la mano. La gente nos miraba. Supuse que debía ser mi look al estilo hippie. Colorido, pero no era llamativo. Sin embargo, incluso en la cafetería toda la gente nos miraba. El colmo fue en el restaurante a la hora de comer; el camarero se sonrojó, era, cómo si tuviésemos la lepra. La gente no solo miraba sino que se levantaba de las mesas contiguas.

Entonces pensé, que quizás era nuestro idioma que no hablábamos en castellano. Pero después de largo rato de incomodidad, y de cavilar estrujándome el cerebro me dije que no podía ser, que el francés es muy conocido.

Dejé de darle vueltas. Tras el postre le pedí a Silvia que se casara conmigo y aceptó. Fue el momento más feliz de mi vida. Nos abrazamos y cogidas de la mano continuamos nuestro viaje turístico por esta ciudad un tanto peculiar.
 

 
Esto es lo que pone en el dibujo:

"Para la persona que lo lea, que sepas qué mi novia y yo te apreciamos, pero por favor habla castellano. Feliz pascua".

Creo que lo dibujaron dos chicas que quizás se sintieron incómodas, y que por eso escribieron con ironía "mi novia y yo te apreciamos" y "por favor habla castellano" una forma de decir a las personas que las observaban que a pesar de todo les apreciaban y que hablasen claro y no con miraditas.

Lo percibí como un claro mensaje subliminal.

Ser lesbiana es una condición sexual, como gay, o trans, heterosexual, bisexual, etc. Pero yo cuando vi la imagen y la ley no pude evitar pensar; ¿Tanto cuesta respetar la condición sexual de otra persona?


(Relatos pertenecientes a la propuesta de Variétés: “Subliminal”)

5 comentarios:

  1. Qué maravilla de relato. Realmente precioso...
    Un besazo!

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    1. Gracias Luna me alegra que te haya gustado. Un fuerte abrazo

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  2. Un texto donde entran muchas cosas en juego, entre otras y la principal el respeto hacia el prójimo. Eso debe estar por encima de la condición sexual, religiosa, política y un etc.
    Un buen texto, Nuria.
    Besotes.

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    1. Totalmente de acuerdo querida Campirela, un fuerte abrazo

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  3. Diversas temáticas y en cada una surge el mensaje subliminal. Muy acertado, Nuria.

    Mil besitos y feliz día ❤️🤗

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