(Autora: ©Nuria deEspinosa)
El horizonte marino me
arropa como una pincelada dorada en el lienzo infinito del cielo; ahí el océano
se funde creando un paisaje mágico que abraza mi alma y despierta mis sueños.
Ahí es donde mi mente se fusiona con las olas en pinceles danzantes que acarician
la arena dorada, trazando líneas de vida que se desvanecen en la bruma y se
pierden en la inmensidad de lo desconocido.
El viento, como un
artista divino, derrama tonalidades doradas que se entrelazan con las
tonalidades azules del cielo y del mar, trazando un lienzo de colores que
transporta los sentidos hacia lugares lejanos. Puedo ver las gaviotas que
recorren el viento, y acompañan el susurro de las olas, componiendo una melodía
etérea que envuelve mi corazón. Es, en este encuentro entre el mar y el cielo,
que los sueños descubren su lugar y se liberan de ataduras terrenales para
navegar hacia la infinita profundidad. Y es justo el momento en que el alma
halla la paz y conecta con lo onírico, en un abrazo eterno que despierta mis
anhelos más profundos:
«Porque el mar me
enseñó a oír mis pensamientos, mis confesiones y dudas, devolviéndome la
palabra del razonamiento que me recuerda, que los límites solo existen en la
imaginación».
©Nuria de Espinosa
(Texto perteneciente a la propuesta de Variétés: “Metáforas”)
Tu última frase es el resumen perfecto de toda la historia que nos cuentas, Esa imaginación que nunca pare.
ResponderEliminarUn beso, Nuria.
Gracias Campirela, un abrazo
EliminarPrecioso retablo de paisajes sensitivos... El viento, el mar, el cielo... Un conjunto maravilloso, Nuria. La imagen descrita en una impoluta prosa poética. Felicidades.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día ❤️
Muchas gracias Auroratris, un fuerte abrazo y feliz inicio de semana
EliminarMe ha encantado como has resuelto el reto. No solo por la belleza de las metáforas sino por la creatividad poética que despliegas.
ResponderEliminarUn beso!
Muchas gracias Luna, me alegra que te guste. Un abrazo
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