ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

jueves, 30 de mayo de 2019





(Autora: Tracy)

Entre sus recuerdos más preciados guardaba la Vieira del Camino de Santiago, cada vez que abría la caja de sus tesoros, la acariciaba mientras  revivía, el día que tomó la determinación de  hacer el Camino sola porque necesitaba esa paz interior que ya había experimentado al hacerlo la primera vez  aún yendo acompañada por el que entonces era su pareja.
Siempre pensaba: con lo mal que tengo la memoria y la nitidez con la que recuerdo ese episodio de mi vida:
Una relación  rota y afrontando en soledad, ese momento crucial...
Cómo preparé toda la  parafernalia el viaje sin olvidar  los miedos e ilusiones que, a partes iguales, llenaban la mochila de mi alma y que  pretendía ir aligerando a medida que fueran avanzando mis pasos...
Cómo sin dar más tregua a las reflexiones, saqué el BILLETE DE TREN hasta Pamplona y de allí, el del autobús a Roncesvalles...
El viaje se me hizo corto leyendo UN  LIBRO de itinerarios,  albergues, recomendaciones y curiosidades del Camino.
Recuerdo como una vez  en Roncesvalles busqué donde descansar para empezar a caminar al día siguiente... ¡Qué nerviosa estaba!
Por fin caí rendida por el cansancio hasta que la claridad del nuevo día  me despertó  y me inundó con su fuerza  para realizar lo que me había propuesto:  exorcizar paso a paso todos los momentos que había vivido con esa persona que tanto daño me había hecho, olvidarme de que la había conocido y empezar una nueva vida.
Aún hoy, después de toda una vida, me siento con el arrojo de entonces y recuerdo que busqué un lugar donde desayunar, parece que estoy viendo una pequeña cafetería..., ¿sería la misma en la que conocí a mi ex? la memoria me falla, ¡menos mal!, no quiero recordar nada de él.
Me senté en una mesa apartada... y pedí   una porción de TARTA DE MANZANA y un té con una rodaja de limón. Ahora mismo estoy paladeando el maridaje de esos sabores con el salado agridulce de las lágrimas que corrían por mis mejillas...
Tan ensimismada estaba que no advertí que un joven, que rondaba mi edad y que por su aspecto parecía un caminante, se sentó en la mesa vecina. Sólo volví a la realidad cuando oí que se dirigía a mí:
- ¿Qué tal está la tarta de manzana?, pensaba pedir un bocadillo, pero al verte... pensé cambiar de opinión ¿Qué me aconsejas?
La exasperación me sobrecoge de nuevo al pensar cómo la vida nos trae y nos lleva por donde quiere: Yo tratando de olvidar y ella impidiéndolo por todos los medios.
Recuerdo con nitidez las palabras que dije a mi vecino de mesa:
- La tarta está muy buena, puedes probarla si quieres, pero el bocata es más consistente para hacer el Camino, porque...lo vas a hacer, ¿no?... ¿es tu primera vez?
-  Sí, ¿también la tuya?, ¿vienes sola? porque podríamos hacerlo juntos...
En ese momento se produjo un cataclismo  en mis sentimientos, el mismo que se está produciendo ahora en mi memoria, con dificultad acierto a recordar... las palabras se desdibujan en mi memoria:
- ¡Eso mismo estaba yo pensando! Me llamo María.
¿Es eso lo que dije?
¿Realmente me llamo María?
¿Quién soy?
¿Dónde estoy?


Relato perteneciente a la propuesta "Secretos"



7 comentarios:

  1. Una bonita historia donde el viaje es el camino al descubrimiento y al recuerdo y tan bien a las nuevas oportunidades ..
    Hay que ver el comienzo de una simple pregunta puede ser el tsunami de tu vida..
    Abrazos y feliz viernes.

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    1. Pues sí, es como dices: cualquier pequeño detalle es capaz de remover tu interior, con distintos resultados.
      Un abrazo

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  2. Nunca podremos huir de la vida porque la vida Somos nosotros mismos...
    Qué bonito relato de recuerdos que abruman.

    Mil besitos con cariño y feliz día ❤️

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    1. Es verdad, para bien o para mal, la vida somos nosotros mismos.

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  3. Ginebra...afrontar la vida aun sola, vale millares de veces la pena.
    En soledad es donde mejor el ser humano aprende a conocerse.
    Me encanto este relato,
    Gracias chicuela, te abrazo :0)

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    1. Así como dices… Puedo decir que, en mi caso, la soledad fue cobijo y aliada en una difícil etapa de mi vida.

      Este relato pertenece a Tracy 😊 Muy agradecida por tu mirada y tu sentir en este lugar donde compartir los textos de distintos y maravillosos autores. Sabes que será un placer si deseas unirte a las propuestas que lanzo cada mes 🌸
      Un abrazo enorme!!💙

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  4. Que bonito y reflexivo viaje, una manera de despender y aprender de nuevo, a gestionar esas situaciones.
    Saludo

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin